
Según una entrevista realizada a Eduard Sarto, presidente de la Asociación de Distribuidores de Material Eléctrico (ADIME), el efecto del COVID-19 puede provocar caídas en el sector de hasta el 50%.
Si bien esta situación, ha llevado a las empresas del sector a priorizar la digitalización de la distribución para poder seguir desarrollando la actividad, la caída en las ventas ha obligado a las empresas al reajuste de la plantilla de forma temporal.
Afirma también que, ante la dificultad de muchos instaladores y clientes por afrontar el pago de sus facturas, las empresas se ven con serios problemas de liquidez, y señala que es imprescindible que se mantenga la cadena de pagos para poder proteger la economía, y que para ello es indispensable que el Gobierno active de inmediato todas aquellas medidas y acciones necesarias para la liquidez en las empresas.
Fuente: cdecomunicacion.es